“Señor, si no puedo…”
“Señor… si no puedo adelgazar que todas mis amigas engorden”. Recurrir a tan aliciente estrategia las mujeres corregimos algunos desatinos de la naturaleza, caprichos del destino, y quiero creer que muchos hombres también encuentran un estimulo cuando aplican la misma regla. Sería acaso descabellado pensar masculinamente en el dicho al decir “Si no la puedo tener mas (...) que ella no conozca ninguna otra.” Suponemos que el otro representa una representación de nuestros temores e inseguridades, vemos en el espejo del semejante una realidad que nos precipita a definiciones muchas veces incorrectas. Suponemos que el otro nos confiere una identidad, un ser que me valida ante lo demás, y solo soy una proyección de mis inseguridades. Ya que el hecho que mis amigas engorden, no cambiara mi realidad con la balanza solo proyectara la ilusión en mi mente, la misma ilusión a la que alude la frase femenina. Si la analizamos detenidamente veremos que se basan en premisas falsas.. 1- Si no puedo… s