De Gustav Klimt a Aníbal Silvero

La combinación se dio cita en una noche un tanto inestable, en el centro cultural, Aníbal presenta su nuevo libro de poemas, Sonetos Ideales, la concurrencia se arremolina en la escalera, en el pasillo y en la oscura penumbra del auditorio se pueden adivinar algunos conocidos.
Algunos desafiaron el mal tiempo y otros se dieron cita desde lejos, todos expectantes esperaban la novedad.
Llego tratando de no parecer atrasada aunque es bastante tarde, me escurro hasta una asiento atenta a la mesa de presentación, me pareció que estar en la primera fila sería bastante discreto ya que la mayor parte de la concurrencia ocupaba la parte trasera del local.
En el silencio que precedía al comienzo mismo de la disertación, si en ese momento breve y fugaz en que la audiencia se silencio, suena mi celular el tono de mensaje, obviamente que me hice de la distraída, pero no resulto, varios rostros se dieron vuelta a mirarme, sentenciando.
Gustav Klimt ilustra el libro y describe visualmente un libro poético, metafísico, de métrica precisa de Aníbal, transcurría los poemas y la presentación, y pensaba en cual sería el punto en común, quería levantar la mano y preguntar el porque la elección y si guardaba relación con la temática del libro, cuando el presentador se la plantea entonces con dificultad con muchas palabras mas, pero lo hace.
De klimt me atrae su temática, una feminidad retratada en todas sus formas, en exaltación de la belleza, pero en cada cuadro me queda siempre una sensación de espectador, de alguien que se abstrae y nos cuenta desde afuera el misticismo de la belleza.
De Aníbal la misma sensación me acerca, un espectador de lujo de la vida que mira con ojos críticos, que habla de la belleza, del tiempo, del infinito, más allá de bien y del mal.
Ambos me encuentran con esa incertidumbre de si podemos vernos desde afuera, manteniéndonos emocionales, sensibles al arte.
En medio de estas divagaciones mentales, suena otro mensaje, esta vez no hago caso de las miradas y superada contesto el mensaje, y vuelvo al recinto mientras cuadros de artistas locales decodifican algunos poemas.
Salgo con el libro bajo el brazo, y como ningún texto es inocente me propongo descubrirlo.
Klimt se consideraba un hombre sencillo, poco interesante, no se consideraba como poseedor de nada especial, en algún momento comento:” Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero”
Es así como hablan los artistas a través de sus obras…

Hasta pronto… (Eso espero)


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias B.B. por remitirme tu Blog.
De Klimt a Silvero quedó claro que el primero solo ha sido un auxilio secundario para poner algo de color al excelente libro del segundo.-
El autor de Sonetos Ideales respondió enfaticamante al presentador que no se ha inspirado en el cuadro Klimt para escribir.
Quiero decir que me sorprendió la pregunta -por ingenua-y no la respuesta -por obvia-.-
Por lo demas celebro poder leer tus escritos.-
Diego Vega.-
Anónimo ha dicho que…
Dice Silvero:
A mi manera paso en este mundo
que en mi piel sus balines decerraja
con las gentes estoy en desventaja
ellas van hacia el ras, yo a lo profundo.

No hace falta indagar más porqué usó a Klimt...
Sólo buceando en sus versos podremos intentar descubrirlo, aunque también ahí se camufla, a veces...

Genial tu comentario Bea..
Muy bueno el blog, siempre te leo.
Jenny

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