Fábula del abrazo


"Abrazar es una grandiosa medicina. Transfiere energía, y da a la persona que es abrazada un estímulo emocional
Necesitamos cuatro abrazos al dia para sobrevivir, ocho para mantenernos, y doce para crecer".



Érase una vez una vez un mundo habitado por seres pequeños, símiles, gemelos o clonados, antes su parecido excepcional era imposible distinguirlos, ya que se multiplicaban por generación espontánea.
A falta de mejor modo de identificación se hacían llamar por nombres de pila como “cuatro” “siete” y algún ególatra sofisticado eligió llamarse “ochenta y seis”.
Esto con llevo ciertos infortunios ya que a medida que las generaciones iban pasando mas y mas optaban por nombres suntuosos numéricamente superiores, dando así la impresión de ser el mas alto en la escala de seres replicados.

Este como cualquier otro mundo carecía de cosas, por lo que había cosas que anhelar, sus habitantes privados de particularidad, ambicionaban hacerse notar, anhelaban un momento de fama.

Alguno encontraron una variante interesante a fin de destacarse ante los demas y ante la imposibilidad de cambiarse el nombre de pila con el que fueron dados a ser, por los que encontraron a uno como ellos para abrazarse.

Cuando un cuatro encontró a un ocho, complacidos sugirieron que ya no eran simples seres replicados que en si mismos eran mucho mas. Era cuarenta y ocho, así se mantenían en un abrazo tan intenso que se fusionaban en la expresión de su intensa unión, hasta que no eran mas que un solo “cuarenta y ocho”.

Así encontraron alguien en quien fusionarse en el abrazo generador, y recobraron aquel ímpetu por vivir.

Sucedió que “dos” quien pertenecía a los predecesores (así llamaban a los que siempre estuvieron) ya que nadie recordaba el momento en que apareció, vio con preocupación que el abrazo tenía un efecto bipolar en la población.
Todos permanecían en la incansable búsqueda de un par o un impar a fin de abrazarse a su nueva vida, lo que llenaba de pasión y estimulo los días, y por otro lado la población iba multiplicando nominalmente y disminuyendo numéricamente.

¿Seremos menos cuanto somos más? Grito consternado. Aunque el mismo estaba abrazando una robusta cero que había conocido.

Pero era demasiado tarde el abrazo los había descubierto necesitados del otro, y encontraron así un mejor modo de vivir, en la búsqueda de quien pueda fusionarse en un enérgico abrazo que los hizo mas fuertes.

Abrasados fueron menos pero mejores y mas fuertes.….


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