EL PARAÍSO PERDIDO DE LAS CERTEZAS

"Lo que en ese momento el destino nos exige es una redefinición de nosotros mismos, un redescubrimiento de significado, y una renovación de nuestro compromiso con lo que hayamos elegido como lo más importante de nuestra vida".
Fredrica R. Halligan

Es posible que podamos redifinirnos a nosotros mismos y aun así, mantenernos esencialmente fieles a nuestro ser?
Son tiempos de cambios, tan vertiginosos que apenas tomamos conciencia del lugar en que nos encontramos, donde es preciso redescubrir las cosas, verlas con el cristal que nos provee nuestro entorno convulsionado, en crisis.
Tiempo de cuestionarnos nuestras propias elecciones de vida, nuestra manera de ver la vida, huérfanos de recetas y pociones mágicas para ser felices.
Hasta este punto, donde fallaron las recetas, y fracasaron aquellos quienes nos la dieron, cuando nuestra historia esta llena de fracasos, de luchas sin sentido, de ideales que murieron con los que la propugnaron, quedamos abortados en una realidad sin mas que nuestra poder de ser.
Dejamos el paraíso perfecto de los debe ser, para buscar caminos en los podría ser, que siempre es oportunidad, nada mas, sin certezas.
Cuando dejamos el paraíso de la certezas, suponíamos un mar profundo de caos por que desconocíamos la geografía de los nuevos espacios ganados, sin embargo, no había nada que pudiéramos necesitar que no se nos hubiera dado antes.
La manera en como nos relacionamos, nuestra configuración de ser familia, nuestra manera de enfrentar las dificultades, tienen un matiz diferente a incluso la generación anterior, ni mejores ni peores, solo diferentes, lo que define son los resultados, las pequeñas batallas ganadas en el día a día.
Nos vemos obligados a repensarnos ante cada situación.
PENSAR... ya no repasar los mandamientos, pensar a partir de ti y de mi, de este nuestro lugar de buscadores, mirándonos con nuestras inacabadas formas de ser.
Y cuando tenemos que transmitir certezas a nuestros hijos, cuando nos preguntan los porques, recordamos lo limbos del paraíso, y a veces queremos que se sirvan de esas frutas como lo hemos hecho nosotros, pero suenan como cuentos de hadas en sus oídos por que están con nosotros, en el aquí y ahora.
Y el hoy ofrece muchísimo más, mas complicado tal vez, mas difícil de digerir, mas trabajoso para pensar, pero si lo vemos mejor, mas de cerca nos daremos cuenta que podemos transmitirlas también desde aquí, con más vigor por que será honesta y por sobre todo porque esta abierta, no tiene solo finales felices, sino tiene todas las oportunidades.
Tal vez esa sea la certeza que podamos transmitir con mas fuerza, la libertad de avanzar sin horizontes, de encontrarnos siempre empezando, nuestra capacidad de ser, de comenzar todos los días de nuevo, y entonces también encontrar el verdadero paraíso y hacernos merecedor de él..
"Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué haremos?.. "Nos dice Simone de Beauvoir
El verdadero paraíso es el que se renueva día a día, el que nos abre la puerta a infinitos descubrimientos, que nos presenta desafíos para superarnos todos los días, ese que nos cautiva la mente por su grandeza, y seduce interminablemente nuestro anhelo de vivir.
Hasta Pronto

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
sin palabras, me encanto!!!

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